La readaptación de lesiones es una terapia activa en la que, mediante el ejercicio, ayudamos a restablecer la función de los tejidos lesionados y a evitar futuras recaídas. La combinación de ejercicio terapéutico en fisioterapia avanzada con técnicas como la Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI) y la readaptación de lesiones generan una mayor recuperación muscular y tendinosa así como un acortamiento de los plazos de recuperación.
A continuación, te explicamos detenidamente cómo combinamos ambas técnicas en Clínica Raúl Pérez y cómo se aplican en la readaptación de lesiones, así como los beneficios de dicha combinación.
¿Qué es la EPI?
La EPI es una técnica de fisioterapia invasiva utilizada principalmente para tratar lesiones del sistema musculoesquelético, especialmente en tendinopatías crónicas y otras afecciones de tejidos blandos (roturas musculares).
Esta técnica utiliza una aguja muy fina que, guiada por una ecografía, introduce una corriente galvánica (de baja frecuencia) en el tejido lesionado. La corriente galvánica provoca una inflamación localizada y controlada que desencadena la regeneración del tejido afectado, estimulando la proliferación de colágeno y la mejora de la estructura del tendón o tejido alterado.
Al ser aplicada de manera guiada mediante una ecografía, la EPI permite actuar de manera precisa sobre la lesión, garantizando su seguridad y efectividad.
La EPI en la readaptación de lesiones
En el contexto de la readaptación de lesiones, la EPI cumple un rol fundamental al facilitar la descomposición del tejido fibroso y la activación de células responsables de la reparación. Al reducir la inflamación y mejorar la calidad del tejido afectado, el paciente puede recuperar su funcionalidad con mayor rapidez y menor riesgo de recaídas.
¿En qué consiste la readaptación de lesiones? Ejercicio terapéutico en fisioterapia
Una vez que el proceso de EPI ha iniciado la fase de regeneración y ha mejorado el estado del tejido afectado, la readaptación de lesiones se centra en el fortalecimiento progresivo mediante ejercicios terapéuticos específicos.
Así, el ejercicio de recuperación muscular consiste en una serie de ejercicios diseñados específicamente para mejorar la fuerza, flexibilidad y resistencia de la zona lesionada. Estos ejercicios se adaptan a las necesidades individuales del paciente y progresan gradualmente a medida que mejora la condición del tejido.
Etapas de los ejercicios de recuperación muscular
El ejercicio terapéutico incluye una serie de actividades que se dividen en diferentes etapas y tipos según las necesidades específicas del paciente:
- Movilidad y flexibilidad. Se busca recuperar el rango de movimiento perdido con la lesión.
- Fortalecimiento muscular. Se pretende estabilizar la articulación y reducir la presión en los tendones y ligamentos.
- Coordinación y control neuromuscular. Se busca restaurar la capacidad del sistema nervioso para coordinar los movimientos y tener control sobre el área lesionada.
- Ejercicios funcionales. Están diseñados para imitar movimientos específicos de la vida cotidiana o de una disciplina deportiva. Se busca preparar al paciente para volver a realizar sus actividades con normalidad.
Beneficios de la combinación del ejercicio terapéutico en fisioterapia
La combinación del ejercicio terapéutico y la fisioterapia supone una mejora considerable de los resultados en cuanto a la calidad del tejido recuperado, así como de los plazos de recuperación. Mientras la EPI actúa sobre el tejido afectado acelerando la recuperación celular y reduciendo la inflamación, el ejercicio terapéutico se enfoca en el fortalecimiento y la estabilidad de la zona, lo cual es fundamental para evitar que la lesión se convierta en un problema crónico.
Así, algunos de los beneficios de la terapia activa frente a los tratamientos convencionales son:
- Recuperación más rápida al combinar ambas técnicas.
- Mejora de la calidad del tejido gracias a la regeneración y el fortalecimiento del mismo.
- Reducción del dolor, permitiendo al paciente participar activamente en su recuperación.
- Prevención de futuras lesiones gracias al fortalecimiento del área lesionada, adquiriendo mayor estabilidad y control sobre los movimientos.
La readaptación de lesiones mediante terapia activa, combinando técnicas como la EPI y el ejercicio de recuperación muscular, representa una de las estrategias más efectivas en fisioterapia para una recuperación segura, rápida y duradera.
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